El destino nunca sabe con qué nos puede sorprender y esta vez recordamos la historia de una gran promesa del fútbol mexicano. Con una proyección enorme, y siendo campeón Sub-17 con la Selección Mexicana, nadie imaginó lo que pasaría con Marco Bueno. ¿Qué fue del talentoso crack apodado Marquinho?
Con la ilusión de llegar a ser futbolista profesional, el joven de Culiacán empezó a jugar en las fuerzas básicas del Pachuca. Ahí fue creciendo, hasta que llegaría uno de los mejores momentos de su carrera: el título internacional con el Tri juvenil.
Es que siendo uno de los mejores de su categoría, el canterano también con pasado en León, se robó todas las miradas en el Mundial Sub-17 celebrado en el país en 2011. Su nivel fue tan destacado, que el Liverpool de Inglaterra preguntó por él. Fue a probarse y quedó en volver por otra oportunidad por ser menor de edad.
A mediados de ese año, Marco Bueno debutó en Liga MX y el gran delantero que se veía, poco a poco comenzó a diluirse. Pasó por Tecos, Toluca, volvió a la Fiera, jugó en Chivas y Monterrey. Cada año, un equipo nuevo y pocos goles.
Su etapa en el fútbol mexicano acabó en 2017 cuando se fue libre de Rayados. De ahí pasó al Everton de Chile, donde duró muy poco y pasó al Helsinki de Finlandia. Luego llegó a Oriente Petrolero de Bolivia y acabó su carrera profesional en Comunicaciones de Guatemala.
Después de un breve descanso del fútbol, retomó su pasión pero de forma semi amateur en el Olimpo United de la Kings League. A sus 31 años, Marco Bueno sigue demostrando toda esa calidad que siempre estuvo ahí, como capitán del equipo de Chicharito Hernández.





