Xavi Hernández ha cerrado la puerta que cualquier futbolista desearía nunca cerrar: decir adiós a sus amados colores y escudo. Después de diecisiete años empapados de gloria y consagración, el de Terrassa ha querido cerrar su primera etapa con el Barcelona con la promesa de volver tras su paso por Qatar.
En entrevista con El País, el mediocampista español repasa los momentos más entrañables y pequeñas alegrías en su fructífera carrera como blaugrana al mismo tiempo que confiesa sentirse orgulloso de la manera en la que fue su casa por más de una década. No obstante, tampoco deja fuera “los días de pena” que también se vio obligada a experimentar.
Como un niño que vive su primer día en la escuela, Xavi aviva esos recuerdos en los que se vio rodeado de figuras como Josep Guardiola, Luis Figo Rivaldo.
“Se portaron de maravilla conmigo los veteranos, Pep, Pitu, Luis, Sergi, Figo, Rivaldo, me trataron muy bien”, confiesa.
Tampoco se permite olvidar a aquellos hombres que dejaron una huella imborrable en su futbol, mente y corazón. Entre ellos, Louis van Gaal. Con el holandés todo fueron enseñanzas y palabras de aliento cada que el momento lo permitiera.
“Me enseñó mucho. Me decía: ‘Usted es mejor que Zidane’, y yo le respondía: ‘Hombre, no se pase, míster, gracias, pero no se pase’”, recuerda.
A pocos días de conseguir un nuevo triplete, Xavi mantiene los pies en la tierra. Sabe que la nueva hazaña es más real que en ningún otro momento de la presente campaña. Sin embargo, también está consciente que las temporadas de Pep Guardiola al frente del equipo serán irrepetibles.
“Aquel año fue la pura esencia. No se ha visto mejor fútbol que ese. Lo veo ahora y todavía pienso: es imposible jugar mejor. Ganamos la Champions de una manera súper solvente. Los años de Pep son irrepetibles”, declara.
Pocas voces autorizadas como la Xavi Hernández para revelar lo que significó tener a quien fue su entrenador como compañero de equipo. Admite que ser comparado con el entonces número cuatro fue una losa bastante pesada que tuvo que soportar mientras compartió campo con Guardiola.
“Para mí fue una losa que se me señalara como su heredero. Él me decía que no hiciera caso, pero claro… fue una presión crecer a su lado, pero no por culpa suya. Me trató súper bien”, confesó el mediocampista.
Finalmente, decidió poner fin a las especulaciones y dudas con respecto a su salida del club a principios de la presente campaña. Aclaró que tras la llegada de Luis Enrique, sintió “buenas vibras” después de superar el bajón de perder la Liga ante el Atlético de Madrid.
“Luis se ha portado de 10 conmigo porque no me ha engañado. Y eso es mucho. Honrado y de cara. Le podía tener rencor por no hacerme jugar mucho, pero al contrario, le debo una, porque fue uno de los que más hizo para que me quedara. Me ilusioné”, recordó.