En el mundo del futbol siempre hay dos tipos de futbolistas, los creídos y tocados por Dios y otros que demuestran ser humildes a pesar de la fama, así como Sadio Mané. 

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La estrella del Liverpool fue captado limpiando toda la noche unos baños de una mezquita, esto después de haber hecho un gol ante el Leicester, algo que se reconoce porque pudo irse a celebrar en grande, pero él prefirió hacer esto. 

Un poco de humildad siempre es bueno para un jugador, para que vea cómo le sufrió antes de lograr todo lo que tiene. 


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