Por Daniel Figueroa
América jugó contra Saprissa en Concachampions y quedó demostrado que sigue siendo el más grande, ya no sólo en México, también en CONCACAF. Las Águilas devoraron al monstruo morado, lo humillaron en su casa, pero nada de esto hubiera sido posible si no estuvieran Mateus Uribe y Oribe Peralta.
El Cepillo ya no es un chavo, quizá ya no anota tantos goles, pero es quien mueve al equipo, quien se echa el equipo al hombro cuando las cosas se complican. De los cinco goles que anotaron en Costa Rica, tres fueron por asistencia suya. Le puso auténticos bombones al renacido Cecigol y a Mateus Uribe. A sus 34 años, Oribe es todo un líder, el merecido capitán del Ame.
¡Y qué decir de Mateus Uribe! El colombiano se ha rifado a lo grande. Con la mano bajita, se ha hecho de un lugar en el once titular, y vaya que lo merece. Mateus está hecho un todoterreno. Aparece por aquí, por allá, corta balones, le pone hielo a la jugada, pero sobretodo, sabe sumarse al ataque. Contra los ticos se despachó con dos pirulos, ¡dos golazos!
De no ser por estos cracks, créanme, otra cosa sería del Ame. Son dos jugadores que hacen la diferencia, que le cambian la cara a las Águilas. Necesitamos más jugadores como ellos, que saquen la casta por el equipo, ¡que sientan la playera del club!