Por Juan Carlos Tinoco
¡Rayos y Diablos disputarán un título! No, no estamos en la década de los noventa. Toluca y Necaxa se verán las caras en Aguascaliestes para pelear por la gloriosa Copa MX. Ambos han recorrido un camino y están a unos pasos de la gloria, misma que los dos merecen.
Por historia
En el Invierno de 1998 se aventaron una final épica. Tal vez ya no tengamos a un Pepe Cardozo o a un Alex Aguinaga, pero se pondrá sabroso el agarrón entre dos rivales que cuando se enfrentan por un trofeo no se andan con tonterías.
Por orgullo
El simple hecho de ganar una final te deja una sensación de orgullo, por más molera que sea. Necaxa querrá darle una alegría a su gente y sería un deshonor dejarla ir. Mientras tanto, Toluca querrá darse a conocer por aquello de que es el club desconocido.
Para motivarse
Esto de cara al cierre de la Liga MX. El líder general quiere ganar para demostrarle a los futboleros mexas que no es institución beisbolera. Los de Aguas saben que tienen contados fans, pero muy valiosos para soñar con revivir la legendaria época de Manuel Lapuente.
Hace mucho que no la ganan
¡Ya llovió desde la última vez que estos dos ganaron una! Necaxa estuvo cerca en 2016, pero su felicidad se quedó en 1994. Los de la Bombonera desde 1989 no tienen idea de lo que es andar contento por la vida en esta competición.
Sus técnicos
Nacho Ambriz fue capitán de los Rayos y parte de aquel épico plantel que deslumbró a principios de los noventa. En la otra esquina tenemos a Hernán Cristante, quien es leyenda demoniaca en tierras mexiquenses. Vaya, identidad hay en la banca.