Por: Ángel Armando Castellanos / @aranha_azul
Cruz Azul no pudo en 2001 ni Chivas en 2010. Tigres tiene ocasión de llevarse la Copa Libertadores de este año. Existen razones para creerlo, más allá del evidente “gusto porque un equipo mexicano logre la hazaña”. Sólo el equipo podrá reflejar estos motivos y conseguirlo.
El peso desde el banquillo no tiene nada que ver con el de sus antecesores en instancias decisivas del torneo. En 2001 José Luis Trejo era un entrenador que comenzaba a destacar. Situación similar vivía Efraín Flores en 2010. En cambio, Ricardo Ferretti tiene una trayectoria de casi 25 años como estratega. 'Colmillo' le sobra.
Tigres ha dejado de ser un equipo a “imagen y semejanza” del Ricardo que durante años se vio en el futbol mexicano. El juego inteligente, hábil para identificar los momentos de partido existe. Los futbolistas con hambre de triunfo, también.
El único cuestionamiento -además de “no jugar bonito”- hecho a Ricardo Ferretti es la nula trascendencia de sus equipos a nivel internacional. Razones, sobran. Esta temporada ha sido la excepción. Pese a jugar algunos partidos con un equipo “alternativo”, su equipo ha logrado muy buenos resultados. El brasileño ha callado a sus detractores, o por lo menos reducido las críticas.
Hasta antes de la pausa por la Copa América fue el segundo mejor de toda la competencia, detrás del eliminado Boca Juniors. Precisamente, River Plate, el rival que dejó sin Copa a Boca, podría ser el enemigo mexicano en una hipotética final.
Justo esa pausa podría ser el peor enemigo del club mexicano. Pero hay una razón para pensar que esto se podría evitar. Si hay un estratega experto en planear es Ferretti. Obsesivo de los detalles, no sería raro que esté supervisando las vacaciones de sus jugadores o que al regreso los someta a una micro-pretemporada -con posteriores amistosos- para que recuperen su mejor forma.
Eso no es todo, la directiva se ha movido para fortalecer al equipo. Las salidas de Abraham Darío Carreño y Dieter Villalpando -prácticamente condenados al olvido por Ricardo- y la llegada de Jürgen Damm, son muestras claras de ello.
Para fortuna de Tigres, dos de sus futbolistas más importantes en el torneo, Hugo Ayala y Enrique Esqueda, pueden tener actividad ante rivales sudamericanos. Ambos son parte de la lista de Copa América de México. El primero es titular, el segundo, relevo. Al final, serían los menos “desencanchados” del equipo.
Punto y aparte Nahuel Guzmán. El argentino también formará parte de la Copa América, difícilmente jugará, pero llegará a la serie contra Internacional de Porto Alegre con ritmo de competencia. El portero ha sido pieza fundamental. Una buena actuación podría poner a los norteños en la final.
Al final, Tigres podría hacer historia y superar a Cruz Azul y Chivas, siendo el único club mexicano en conquistar la Copa Libertadores. Más allá de argumentos, será su actuación de finales de junio y principios de agosto lo que determine si sucede.