Por Gerardo Gómez
DETERMINADO A CUMPLIR SU SUEÑO, COURTOIS CAMBIÓ DE DEPORTE
Thibaut proviene de una familia de deportistas, tanto sus padres, Thierrey y Gitte, como sus hermanos, Valérie y Gaetan fueron jugadores profesionales de este deporte. Peero desde los cinco años, Courtois tenía un sueño y era jugar en Real Madrid.
Al principio, Thibaut no probó los guantes sino que jugó como lateral izquierdo en el Bilzen, un equipo local, aunque ya en la cantera del Racing Genk se empezó a formar como portero, a la par de que seguía practicando voleibol de playa, actividad que le ayudó a desarrollar la habilidad de ser más rápido, tanto por abajo como por arriba, a pesar de medir casi dos metros de altura.
Para la temporada 2010/11, Courtois firmó su primer contrato como profesional y se convirtió en titular. Con el Genk conquistó la liga, además de ser reconocido como el mejor portero de la competición. Esto lo llevó a Chelsea a sus 19 años, pero un Petr Cech intratable no le dio oportunidad al joven portero y lo mandaron a préstamo al Atleti, donde ganó la Europa League, la Supercopa de Europa, la Copa del Rey y LaLiga.
Después regresó a Chelsea y le ganó la titularidad a Cech, además conquistó dos Premier y dos Copas inglesas. Pero su aventura lo llevó de nueva cuenta a Madrid, pero con el Real y así cumplió el sueño que tenía desde la infancia. Aquel niño que cambió el deporte familiar y que admiraba a Casillas llegó al equipo de sus amores. Ya van seis temporadas y renovó hasta el 2026, y sigue escribiendo su historia con los Merengues al momento lleva dos Ligas, un Mundial de Clubes y una Supercopa de España.