Por Alonso Cerón
Miguel Herrera es un gran entrenador, así lo ha demostrado donde se ha parado, pero una de las cosas que no lo hace ser un DT de élite es que no sabe perder. Contra Toronto hasta culpó a los policías locales como si fueran tranchos de la CDMX. Así que en este texto le recomendamos cinco terapias para que de una buena vez deje de culpar a otros por sus caídas o fracasos.
1. HIPNOSIS A VIDAS PASADAS
Una pequeña exploración podría llegar a la causa por la que el Piojo reparte culpas a los demás por los errores que su equipo comete en la cancha. A lo mejor la Inquisición lo sentenció injustamente de hereje o es nuestro hombre de la máscara de hierro. Seguro ese resentimiento a perder es producto de un trauma derivado de su otra vida.
2. LA CLÁSICA PSICOLOGÍA INVERSA
Aquí la prensa y la llamada “opinión pública” pueden ayudar. En lugar de criticar al Piojo por su temperamento, podemos alabarlo por defender sus grandes causas y convicciones. Decir que el América es el mejor equipo de mundo y que le ganaría al Barcelona con todo y Messi. Así nuestro personaje dejaría de ofuscarse cada que las cosas no le van bien. En una de esas hasta le saldrá algo de humildad.
3. YA DIRECTO, TERAPIA CONDUCTISTA
Como ratoncito de laboratorio se le puede aplicar al buen Herrera un choque eléctrico cada que reclame y no asuma su responsabilidad cuando el Ame juegue mal. También puede aplicar en la cancha para las veces que se ponga como energúmeno con un penal no marcado o un fuera de lugar. ¡Habría miles de memes con eso!
4. PNL
Como el coaching ya se lo ganó el Cruz Azul, se puede recurrir a la Programación Neurolingüistica. Esta técnica ya la tiene desarrollada nuestro entrenador, solo sería cuestión de canalizar sus ideas para que muestre un mejor carácter. Al final diría simplemente como el técnico de Panamá: “No es vergüenza caer ante el mejor”.
5. sesiones diarias con música de Lorena Tassinari
Unas dos horitas de lunes a domingo durante tres meses con temas de esta dama, seguro relajarían al buen Miguel. Le funcionaría para meditar y darse cuenta de que el mundo no está en su contra y que, por el contrario, lo quieren.