Ha pasado casi un mes desde el termino del Mundial y el conflicto de Luis Suárez con la FIFA a partir de la mordida a Chiellini sigue fresco porque no ha podido ser presentado con el Barcelona y debe finalizar el cumplimiento de su sanción de nueve partidos y cuatro meses alejado de toda actividad futbolística, incluso como espectador dentro de un estadio.
El delantero uruguayo busca agotar todas sus posibilidades antes de redirse, sobre todo a muy poco del arranque de la Liga. Una vez que la Selección de Uruguay y el propio Suárez han presentado sus apelaciones y después de ser rechazadas por la FIFA, solicitaron al Tribunal de Arbitraje Deportivo la intervención para reducir la que algunos han calificado como una exagerada sanción. Así lo ha dicho el agredido Giorgio Chiellini, quien en varias ocasiones ha expresado su deseo de que el uruguayo esté de vuelta a las canchas en un tiempo menor al establecido.
Todo indica que Suárez jugó su última carta este viernes en la sede del TAS en Lausana (Suiza) al presentarse a la audiencia en compañía de los abogados catalanes. Sin embargo, uno de ellos adelantó a la prensa que el procedimiento “va para largo” debido a que la documentación entregada está sujeta a una lectura minuciosa antes de la resolución. El jugador del Barcelona pasó cinco horas en el recinto y espera que esta vez sus alegatos no sean rechazados.