Por: Ángel Armando Castellanos | @aranha_azul
Hace 11 años su vida cambió para siempre. Un tsunami cimbró de golpe su futuro. Hoy, el balón le da una segunda oportunidad. Se llama Martunis, nació en Indonesia en 1997 y hoy es nuevo futbolista de las Fuerzas Básicas del Sporting de Lisboa portugués.
El ocaso del 2004 fue testigo de cómo murió una parte de él. Su madre y su hermana dejaron de existir como consecuencia del tsunami que azotó el sureste de Asia. Mientras el mar arrasaba con todo lo que encontraba, él jugaba con sus amigos a ser Cristiano Ronaldo. Fue encontrado con la '10' de Portugal, la que meses antes había ilusionado a un país en la figura de Rui Costa. Sin saberlo, su renacer estaría marcado por los lusitanos.
Sobrevivió 21 días tomando agua de charcos y comiendo aquello que el mar arrastraba. Un grupo de reporteros británicos lo encontraron, estaba deshidratado. Lo ayudaron, le salvaron la vida. Aquella imagen con la '10' roja le dio la vuelta al mundo. Él confesó que era aficionado del Sporting de Lisboa y que su ídolo era una promesa llamada Cristiano Ronaldo.
Cristiano correspondió haciéndolo su anfitrión en varias ocasiones. En palabras de Martunis a CNN se convirtió en su “padre adoptivo”. Financió su educación. Ayudó a que su casa fuera reconstruida y le dio la esperanza de un mejor futuro. Un futuro que hoy se ve como el gran presente de aquel que sueña con superarlo.
La vida lo ha unido con Cristiano de forma peculiar. Martunis comenzó a jugar en la Escuela que la Fundación Real Madrid fincó en Banda Aceh, Indonesia, el sitio que lo vio nacer. El blanco con el que el portugués se consagró puede ser el color que el indonesio recuerde como el que le dio paz cuando su vida estaba en ruinas.
“Estoy muy contento por estar aquí y voy a realizar mi sueño en este gran club” aseguró al ser presentado en las inferiores lisboetas. A cambio, el Presidente del Sporting afirmó que el club apoyará su “desarrollo humano y como hombre”.
Ahora sólo queda esperar si la determinación, el talento y el esfuerzo de Martunis serán suficientes para emular a Cristiano Ronaldo. Por lo pronto, su historia podría inspirar a más jóvenes indonesios para superarse.