Esta edición significaba el regreso del Manchester United a la Champions League, tras un año en el que no alcanzó ni siquiera la posición para competir en Europa League. Con Louis Van Gaal en el banquillo, los Red Devils se preparaban para dejar atrás el fracaso de la gestión de David Moyes, y aunque esta vez compitieron, el futbol no fue suficiente.
La eliminación ante el Wolfsburgo puso nuevas dudas en el entorno del técnico holandés. Las grandes cantidades invertidas y la paciencia exigida desde el adiós de Alex Ferguson han empujado a la afición a exigir desde la tribuna un desempeño acorde al prestigio de la institución.
“No, no tengo ninguna duda”, responde Van Gaal al ser cuestionado sobre si duda de sus habilidades para conducir al United a un título. Pero también reconoce que lidiar con la presión no es sencillo: “Puedes perder y puedes ganar en el deporte y tienes que aceptarlo, como jugador y como entrenador. Pero tienes que trabajar muy fuerte y yo estoy trabajando muy fuerte con mis jugadores y haciendo todo lo que podemos”.
“El problema es que nos topamos con las expectativas y las expectativas en un club como el Manchester United son muy altas y ese es nuestro problema”, agrega para el canal oficial del club.
Old Trafford no recibirá la Champions League en febrero, pero sí la Europa League, una competencia que está por debajo de las expectativas de los aficionados, no así para él. “Gané la Europa League con Ajax en mi primera temporada y estuve muy orgulloso. Para mí es una gran competición”.
Respecto al ánimo de los futbolistas después de no haber conseguido uno de los objetivos principales, además de haber sido eliminados de la Capital One Cup en semanas pasadas, Van Gaal declara: “Intento (animarlos), pero claro, los jugadores deben hacerlo por sí mismos, ellos también son profesionales. Ellos deben usar sus herramientas para animarse y tenemos mucho por qué pelear. Estamos muy cerca de la cima en la Premier League. Podemos pelear por la FA Cup y también por la Europa League”.
El estado físico de sus jugadores tampoco ha favorecido al trabajo del técnico. Esta semana, a la lista de seis lesionados se unieron Chris Smalling y Matteo Darmian; además de la suspensión de tres partidos para Bastian Schweinsteiger. Este sábado, los Red Devils enfrentarán al Bournemouth con importantes bajas y en espera de enderezar el rumbo tras la eliminación.