Por José Méndez
Quedó saldada la cuenta pendiente que tenía Real Madrid con Leganés. Se vio amable el equipo merengue con su estelar plantel B. Sin la artillería pesada, Zidane supo cómo poner en su lugar al rival.
Pero seguro alguno que otro aficionado del Leganés se quedó con las ganas de ver en la cancha a un tipo como Cristiano Ronaldo. Tener en su estadio al mejor jugador del mundo, ¡no todos los días! Nadie les juzgaría por entusiasmarse con el portugués incluso si les hiciera dos o tres golazos con previas gambetas. Hasta enternecería verlos aplaudir.
Por otra parte, ateniéndose al amor y respeto que tienen hacia su camiseta, muchos fans habrán de estar agradecidos de que el Comandante no pisara el césped del estadio Municipal de Butarque. De haber estado ahí juren que no hubiera tenido piedad. Y es que CR7 anda en plan grande, está bien conectado con el gol.
Ya, ok, sabemos que Zidane hace lo correcto con darle descanso a las joyas y ofreciéndoles minutos a otras perlas por las que quizá la afición del Leganés no moría por ver.