Por: Marco Malvido
Participativo, pero nervioso y acelerado se observó a Miguel Layún en su debut con el Watford en la Championship inglesa.
A poco más de 48 horas de haber aterrizado en el Reino Unido, su entrenador serbio, Slavisa Jokanovic, le dio la 7 al mexicano y lo colocó como volante por derecha en el once inicial del duelo como visitante ante el Huddersfield Town, uno de los equipos que lucha por no perder la categoría.
Casi sin conocer a sus compañeros y con apenas un par de entrenamientos encima, Layún debutó en un futbol desconocido para él, mucho más inglés que la globalizada Liga Premier, con pelotazo largo y mucho juego físico.
Le costó al examericanista porque en los primeros 20 minutos perdió un par de balones y también la posición. Sin un claro dominador del encuentro, con el transcurrir de las acciones, Layún se tranquilizó, logró dominar el nervio inicial y entonces optó por tocar de primera intención cada que la pelota le llegaba.
Una vez tranquilizado, se dio tiempo de incorporar al área rival y animarse con un par de disparos. El primero muy chorreado, un calcetinazo de kinder; el segundo, un derechazo raso con dirección a portería que fue bien atajado por el guardameta rival.
En el segundo tiempo llegaron los goles y para mala fortuna, los dos primeros del rival, se generaron por su costado, aunque sin responsabilidad directa de Layún. Ya en la recta final fue amonestado por llegar tarde a una jugada y colaboró con un centro peligroso que por poco termina en gol.
Así fue el debut de Miguel Layún en el Watford, que con la derrota bajó al sexto peldaño de la Championship, la segunda división de Inglaterra, donde el reto del oriundo de Córdoba es ayudar a su equipo en la búsqueda del ascenso a la Premier.