ADEMÁS DE UNA NUEVA ESTRELLA, REPRESENTÓ LA CONSAGRACIÓN DE MUCHAS DE LAS FIGURAS DEL EQUIPO
El 9 de agosto de 1981, Pumas venció a Cruz Azul 4-1 (4-2 global) en Ciudad Universitaria y consiguió su segunda estrella. Los cementeros habían sido el equipo más exitoso durante la última década y fue su primera derrota en una final de liga. Además, el título tuvo sabor a revancha tras haber perdido la final contra ellos en 1979.
El técnico del equipo era el serbio Velibor Bora Milutinovic, quien contaba con experiencia y juventud entre los jugadores de su plantel. Destacaban canteranos como Rafael Amador, Raúl Servín, Mauricio Peña, Manuel Negrete y Luis Flores. Entre los consagrados, por otro lado, estaban Manuel Manzo y Ricardo 'Tuca' Ferretti.
El más destacado, sin embargo, fue quien vivió su última temporada y se convirtió en leyenda del club: Hugo Sánchez. Antes de salir al Atlético de Madrid, fue la principal figura del ataque al anotar 26 goles durante la temporada y ser pieza clave para alcanzar la final.
Tras conocerse cuál sería el partido por el título, Cruz Azul pintaba como favorito enfrentando a un Pumas que contaba con un equipo talentoso pero inexperimentado. Esto parecía confirmarse cuando los universitarios perdieron la ida uno a cero. Pero cerrando en casa, el Estadio Olímpico Universitario fue una auténtica fortaleza.
Sánchez, Ferreti y Manzo tenían a los universitarios arriba desde el minuto 27. Rafael Toribio había recortado la diferencia antes del medio tiempo pero al 75' Enrique López Zarza sentenció el partido y el nuevo título de los Pumas. Este quedó marcado en la historia del club pues fue el adiós de una de sus figuras y su último título del equipo durante los próximos 10 años, además de que vio nacer una de las más grandes y atractivas rivalidades del futbol mexicano.