La salud de César Mendoza Valencia, uno de los 12 barristas detenidos del Atlas que causaron destrozos en el estadio Jalisco durante el partido de la Liguilla contra las Chivas, se deteriora dentro del penal de Puente Grande. Ésto debido a la falta de medicamentos que el implicado necesita, pues se encontraba en tratamiento tras recibir un riñón de su madre.
El transplante se realizó hace poco más de dos años, por lo que Mendoza Valencia aún se encuentra en tratamiento, mismo que tiene un costo elevado. Dicho tratamiento era aplicado en las instalaciones del Seguro Social; pero, al ingresar en la cárcel, César perdió su empleo y con ello la afiliación para continuar tratándose.
Visiblemente preocupada, Elisa Valencia, madre del interno, declaró que la salud de su hijo se ha visto afectada a raíz de su aprensión. “Ayer miércoles hizo ocho días que no me tocó verlo, lo tenían en el Hospital Civil y le dijeron que ya tenía coágulos en el riñón”, comentó para el diario Cancha de Reforma.
“No fue (César) de los que propiamente invadieron la cancha, pero nosotros no controlamos eso, nosotros no escogimos a los que la policía arrestó. Hemos estado vigilando que este muchacho se le dé la atención médica propia de una gente con esa deficiencia, que se puede vivir con ella, al grado de que en el mismo video se ve que estaba actuando como aficionado”, comentó para la misma fuente Gustavo Guzmán, presidente del Atlas.
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