Wayne Rooney se volvió a meter en problemas. Justo ahora que el jugador tiene a algunos fans en su contra porque creen que ha bajado de nivel, se atrevió a llegar ebrio al entrenamiento.
De acuerdo con The Sun, fue cazado borracho el pasado viernes después de la victoria de Inglaterra ante Escocia (3-0). En el mismo hotel de concentración de Inglaterra, Rooney se unió a la fiesta de una boda privada y se le vio en malas condiciones.
“Wayne estaba en el bar con algunos miembros de la FA, bebiendo cerveza y vino. Parecía que quisiera que se le reconociera porque llevaba la camiseta de la selección. Al principio pensamos que era un doble. Parece mayor en persona. Tenía los ojos y los labios rojos. A media noche le pidieron que saludara a los invitados de la boda, posó para las fotos, habló con la novia y siguió bebiendo. No tenía muy buen aspecto para cuando se marchó, a eso de la una de la mañana”, dijo uno de los presentes.