El Real Madrid no recupera el pulso a la competición. El equipo de Ancelotti se llevó los tres puntos de Córdoba, pero en el camino se quedó un equipo desdibujado y aturdido que le salvó un penalti por mano clara de Fede Cartabia. El ejemplo de Cristiano Ronaldo es el mejor exponente de que algo pasa. El portugués se auto expulsó y mancilló el nombre del Real Madrid al limpiarse el escudo de Campeón del Mundo mostrándolo a la afición del Córdoba. Lamentable.
El equipo de Ancelotti, pese a la buena imagen de Getafe, continua de vacaciones o al menos en modo relajado, tal y como lo demostró hoy al recibir un gol en el primer minuto de juego. Le pasó por partida doble en la Copa y la imagen se ha vuelto a repetir, con un penalti por mano de Ramos.
El tanto dejó aturdido a un Real Madrid con el rumbo perdido. El lesionado Isco no fue la única ausencia. Kroos no aparece y Ronaldo no está. Claro que sigue marcando goles, pero no es el mismo. Su físico no responde como antes y su juego y su cabeza lo pagan. La traca final llegó con la expulsión de Cristiano, por una absurda agresión que le puede dejar sin jugar en los próximos cuatro partidos, ¿aparecerá Chicharito entonces?
Ante esta situación, el Córdoba le bastaba con las ganas y el buen fútbol de jugadores como Bebé o Florín, con Fede Cartabia merodeando por las cercanías del área y si había que pelear por ahí aparecía Ghilas para llevarse el balón por pelotas y por ganas.
El empate de Benzema llegó en los minutos en los que el Real Madrid apareció por las cercanías de Juan Carlos. Córner, toque de Bale y aparición del francés. Poco más.
La segunda mitad no significó cambio alguno de escenario. Aparente control del Real Madrid, pero sin llevar peligro alguno. Mientras Bebé machacaba a Marcelo por su banda.
El partido parecía controlado, pero la expulsión de Ronaldo llevó a los madridistas a tocar con arrebato y buscar el gol de la victoria, que llegó tras un claro penalti a dos minutos del final, con Ronaldo en el vestuario, tras dejar con inferioridad a sus compañeros y parte de su reputación en su camino hacia el cuarto oscuro.