Cada mercado de pases los equipos locales buscan a ese jugador diferente, el que resalta por su juego, el jugador que dé un salto de calidad al equipo, uno que la rompa, una “bomba”. Y si hay una “bomba” que pueda detonar el fútbol nacional el próximo torneo, ese es el argentino Ricardo Centurión, actual jugador de Racing Club. A sus 26 años se ha enfundado en las camisetas de Racing, Genoa, Sao Paulo y Boca Juniors, desempeñándose como volante o extremo, ya sea por izquierda o por derecha, Centurión se caracteriza por su regate, velocidad, conducción de balón y facilidad para aparecer en el último cuarto de la cancha.
En su carrera como futbolista “Ricky” ha tocado el cielo con las manos y también ha vivido horas bajas, de ganar el campeonato argentino de Primera División con Racing (2014) y Boca Juniors (2016), a ser relegado al banco del Genoa, y protagonizar una serie de escándalos personales, que van desde peleas en boliches, fotografiarse portando armas, y más recientemente ser separado del plantel de Racing, tras una disputa con su DT Eduardo “Chacho” Coudet.
Famoso por su gambeta y agilidad e infame por su conducta extracancha, Centurión tiene a más de un club mexicano girando en un tacón, y es que Víctor Blanco, presidente de Racing, lo ha declarado transferible y no negociable en el mercado argentino, por lo que más temprano que tarde Toluca y Necaxa han especulado con su llegada de volante a México, lo que significaría pagar entre 4 y 6 millones de dólares, suma aproximada que pagó Racing por repatriarlo desde el Genoa.
Si bien es cierto que la calidad de “Centu” no está a discusión, su historial personal de polémicas provoca recelo entre los clubes que lo pretenden, pues saben que Centurión es una bomba que podría ser una solución en el campo o un problema que podría estallarles en las manos.