Ibrahim Al-Hussein, deportista sirio, portó la antorcha olímpica hasta un campo de refugiados en Atenas en homenaje a los millones de migrantes que llegaron a Europa en 2015.
Al Hussein, quién perdió la mitad de la pierna derecha durante un bombardeo en Siria, recorrió con la llama el campo de Eleonas, donde viven unas 1620 personas, la mayoría procedentes de Afganistán.
“Esto es un gran honor para mí y va dedicado a todo sirio y todo árabe que haya pasado por tantas situaciones difíciles”, declaró el nadador a los medios.
El deportista de 27 años de edad llegó a Grecia en 2014 en una pequeña balsa a las costas de Samos. Desde entonces es miembro del equipo de baloncesto en silla de ruedas, además de entrenar tres veces por semana en las instalaciones de ALMA, organización griega para deportistas discapacitados.
“Mi mensaje para ellos es que no se queden en los campos de refugiados sin hacer nada, sino que vayan tras sus sueños”, añadió.