Por Alejandro Miranda
Un día como hoy, pero hace 17 años debutó el gran Omar Bravo en un partido contra Tigres que terminaría empatado a cero. Escribió su propia historia con Chivas, algo que muy pocos pueden hacer y es por eso que hemos decidido recordarlo de la manera mejor posible, dándoles motivos que lo hacen el mejor en la historia del Guadalajara.
1. Es máximo goleador histórico
Sus 160 goles con los rojiblancos hablan por si solos, de los cuales 132 fueron en liga. Dejó atrás a Salvador Reyes con 154 pepinos. Ser goleador de un equipo no es cualquier cosa, se necesita mucho amor y compromiso a la playera algo que Omarcito siempre puso claro.
2. Vivía los clásicos como pocos
Sencillamente un guerrero que sabía que en un Clásico se juegan más que tres puntos. Cada que le tocaba alinear se aferraba, luchaba y defendía a muerte los colores hasta demostrar quién mandaba. Los pepinazos que le clavaba al América eran arte puro así las prendiera, driblara o picara… dejen eso, lo mejor era las celebraciones incontrolables.
3. Siempre se partió el alma
Se lesionara, sangrara o quedara tendido en el césped era prueba clara de su amor por la camiseta. Siempre dejó a un lado su propio físico si se trataba de honrar a la institución, a él no le daba frío entrar a las divididas. Partido tras partido fuera en Guadalajara u otro lugar los jardineros encontraban parte del corazón de Bravo que dejaba en la cancha.
4. Aparecía en momentos importantes
Nunca se escondía y daba la cara por el equipo hasta en los peores momentos, eso lo vuelve en automático un gigante del equipo. Buscaba la manera de reponerse, de hacerse notar y guiar al chiverío a la victoria o sacar el resultado. Nunca, nunca le temblaron las piernas.
5. No la pensaba dos veces
Omar era un killer con la sangre fría, cada que tenía la oportunidad intentaba de todo sin miedo a fallar, no le importaba lo que le fueran a decir. Más de esos jugadores son los que necesita Chivas hoy en día.