Por Livay Castillo
Juanáticos, si bien aun faltan las semifinales para decidir quienes se verán las caras en la final, Tigres y Rayados hacen soñar a su afición con otra edición del clásico regio, pero ahora para pelear el título. Será algo que beneficiará por completo a la Liga MX.
1. LA LIGA DEJó DE SER DE LOS GRANDES
El futbol mexicano pasó por una etapa donde los “grandes” acaparaban todos los reflectores. Eso ya es pasado. Lo que empezó como una moda poco a poco se afianzó con buen juego, inversión y un gran manejo de proyecto en el norte. Tigres y Monterrey representan una llamada de atención para clubes que tienen temporadas acumuladas dando lástima como Cruz Azul y Pumas.
2. ESPECTÁCULO
Tal vez el clásico regio no genera tanta expectativa como el clásico nacional, o el clásico joven, pero hoy día es uno de los mejores espectáculos para aficionados nacionales e internacionales. Ambos equipos cuentan con platillas que cualquiera envidia. Tienen alineaciones temibles, poseen jugadores que son tomados en cuenta con sus selecciones. Muchos de estos futbolistas ya eran importantes en sus clubes anteriores, lo que nos habla de la gran inversión de sus directivos para contar con estrellas.
3. PRESIÓN A LOS OTROS EQUIPOS
Esa misma presión que se generan entre ellos por el dominio en su región, los ha llevado a obtener una regularidad presumible. Ya sea para pelear en lo alto de la tabla, Liguilla o finales, los regios siempre dan de que hablar, lo pone la soga al cuello a todos los equipos de la liga y los obliga a obtener buenos resultados, o en su defecto simplemente ven cómo Tigres y Rayados arrasan con todo.
Aunque si bien estos equipos no pueden incluirse entre los “grandes” por su falta de grandes logros en su historia pasada, Tigres y Rayados son el presente del futbol mexicano. Han iniciado una era que luce muy prometedora para ellos. Por ahora, seguro así será, el título se queda en Nuevo León.