Por Ramón Betech
Nuestra selección ha pasado por muchas pruebas en estos últimos cuatro años. El Hexagonal, la Confederaciones y tooodos los partidos que han tenido que jugar para llegar otra vez a un Mundial. Eso sin duda es algo muy bonito para nosotros, ¿Por qué? Aquí está la respuesta:
1. Las porras
No hay nada más emocionante que entonar juntos el Cielito Lindo o gritar a todo pulmón que “sí se puede”. Eso es pasión que dura para siempre. Este mundial es el bueno para hacer historia.
2. La ilusión
Se repite en cada Mundial. Todos nos ponemos peor que los del Cruz Azul, queremos llegar al Quinto Partido o mejor aun, ¡Ser campeones del mundo! Tiraríamos el Ángel si eso pasa…
3. Buen futbol
Puede sonar raro, pero en realidad nuestro Tri sí juega bien. Cuando quieren ganar y los ponen en su posición, no hay nada que los pueda parar. Esas jugadas de fantasía ya las hemos visto y en Rusia seremos testigos de la magia mexicana.
4. Jugadores en sus últimas
De Rafita ya sabíamos, pero con la noticia que nos dio Oribe, este será un Mundial muuuy emotivo. Sólo depende de los gustos de cada quién, los americanistas apoyarán al Hermoso, aunque algunos dicen que lo odian, son unos Oribeliebers de closet.
5. Aficionados fieles
Nosotros somos los que le ponemos el feeling a cada torneo. Los que lloramos, reímos, gritamos o nos enojamos. Hay personas que “apoyan” a otros países y a la mera hora se bajan del barco. Con nosotros no va a pasar eso, siempre vamos a estar unidos.