Por: Ángel Armando Castellanos | @aranha_azul
Una noche más iniciada con ilusión y terminada en decepción. Una más en la que México se queda a nada de conquistar algo importante a nivel internacional. Más allá de la reflexión posterior para digerir la derrota, hay razones para pensar que está mal haber caído en la lucha por el título continental.
México se vuelve a quedar como el “ya mérito”
Pasó con Cruz Azul en 2001, con Pumas en 2005, con América en 2007 y con Chivas en 2010. El tiempo no fue suficiente para olvidar el dolor de estar tan cerca y tan lejos de la gloria en Sudamérica. El fallo en instancias decisivas lastima. Las derrotas “honrosas” sirven de muy poco.
Sigue sin haber competencia entre los grandes
Por más que haya llegado a la final, Tigres no podrá decirse igual de grande que Cruz Azul, América y Chivas. Está lejos en afición. El título continental habría servido para poner en debate la grandeza de los tradicionales.
Argentina mantiene la jefatura sobre México
River Plate en 2000 y 2004, Boca Juniors en 2001 y 2005, Argentina en 2006, 2007 (2 veces) y 2010. Aunque duela, México sigue de cliente albiceleste. Los Panamericanos 2011 sirven de muy poco, al ser un torneo de menor relevancia.
La inversión no sirvió para mucho
Tigres invirtió -y mucho- para ganar el torneo. Ni siquiera los millones de dólares de Cemex sirvieron para el título. River Plate, sin tanto dinero, supo llevarse el triunfo. La Liga MX luce como un logro menor para el club.
Sudamérica sigue siendo tierra prohibida para México
Sólo Pachuca pudo imponerse en Sudamérica y no fue ni en Argentina ni en Brasil. Los territorios de más tradición y poderío futbolístico siguen siendo inhóspitos para el futbol mexicano. Tigres pudo acabar con la tendencia y no lo logró.