Zizou tomó una decisión que puso en jaque a Florentino, quien al verse sin técnico, se puso a buscar por todos lados al mejor candidato, intuyendo que el mejor, era quien dirigía a la selección española.
El técnico francés ya le había dado un ultimátum al presi, quería decidir las contrataciones y que no se metiera nadie, pero no se lo cumplieron.
Tomó la decisión de renunciar y con eso puso a sudar frío a los directivos merengues quienes rápido fueron a ofrecerle el puesto a Lopetegui. Nunca estuvieron en una situación así.
Sólo que se les olvidó un pequeño detalle, estaba por empezar el Mundial y la cabeza del técnico debía estar puesta en esos importantes juegos, no en cómo haría jugar al Real. Metieron las cuatro y gacho.
Lopetegui vio una gran oportunidad frente a él y no dudó en decir que si. En ese momento, él ya era parte de la historia del futbol español, no por el desempeño de su selección sino, como el técnico que sería despedido a días de debutar.
Ahora la Selección de España deberá presentarse con un DT sin experiencia, que verá en la justa mundialista la prueba más fuerte para saber si está hecho para dirigir a un equipo, pero con la suerte de que la plantilla juega sola.
Por eso, Zidane es el culpable, por poner a parir chayotes a España y al Real Madrid con su inesperada salida.