Por Carlos Pérez
Una bomba estalló en la concentración de México. Héctor Herrera y Diego Reyes están implicados en los Paradise Papers, por crear empresas en el paraíso financiero de Malta para presuntamente evadir impuestos y aumentar sus ganancias. Un hecho que les podría traer consecuencias más allá de 90 minutos en una cancha. La prisión.
Hasta el momento la Federación Mexicana, la selección, ni los jugadores han dictado una postura. Pero si en todo caso llegaran a jugar mañana seguro no estarán pensando en cómo detener a Lukaku o a qué compañero darle el pase.
Por la mente de Herrera pasará cómo explicarle al SAT que en 2014 creó dos sociedades en Malta el mismo día: Herrera Holdings Limited y Herrera Management Limited; mientras que Reyes buscará las palabras para decir que incorporar las sociedades Nemo Limited y Pelon Investments Limited -para nombrecitos- el 11 de junio de ese mismo año, fue para procurar el futuro de su familia.
Los problemas seguirán cuando los agentes los cuestionen sobre el medio millón de euros que transitó por estas compañías, de dónde salió y a dónde fue a parar.
Se preguntarán, ¿por qué los futbolistas le tienen que responder al SAT si las empresas no están en México? Para mala suerte de los dos seleccionados, a partir de este año el encargado de recibir los impuestos en el país puede pedir los reportes de las inversiones, transferencias y cuentas financieras que tengan los mexicanos y sus empresas en más de 80 países -entre ellos Malta- según un acuerdo que firmó el gobierno en 2014.
La mala fortuna de Herrera y Reyes no termina ahí, después de que el SAT les quite el balón, formará un tridente de poder con la Unidad de Inteligencia Financiera y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para realizarles auditorías. Al ataque se unirá más información financiera de otras 43 jurisdicciones -algunos paraísos fiscales- que México recibió hace aproximadamente un mes.
De acuerdo con el Código Fiscal de la Federación, después de valorar la información y en caso de que Héctor y Diego hayan evadido el pago de impuestos en México, podrían recibir un castigo de tres meses o hasta nueve años de prisión.
Por si fuera poco, los dos mexicanos los representa Matías Bunge, quien anteriormente fue ligado con el Cártel de Juárez. La exposición de este escándalo fiscal podría revivir las investigaciones en contra del argentino. De ser así, la avalancha caería también sobre El Tecatito Corona y Raúl Jiménez, jugadores que también fueron fichados por Matías.