Michael Phelps confesó este martes que poco antes de iniciar los Juegos Olímpicos de Río 2016 pidió a su compañero Ryan Lochte comportarse bien durante la justa veraniega, algo que finalmente no ocurrió.
Los consejos del Tiburón del Baltimore sirvieron de poco, toda vez que Lochte y otros tres miembros del equipo estadounidense de natación se metieron en problemas con el equipo de seguridad de una gasolinera y después falsearon su testimonio afirmando que habían sido asaltados.
El veterano tritón hoy enfrenta una suspensión de 10 meses y la pérdida de varios patrocinios importantes.