Por Emmanuel Cerezo
MARADONA ESTABA EN LA ANTESALA DE UNA CARRERA DEPORTIVA LLENA DE ÉXITOS, CUANDO CONOCIÓ A PELÉ
El futbol es sabio y por ningún motivo nos permitió ver un enfrentamiento oficial entre Pelé y Diego Maradona, tal vez para evitar el debate de quién era el mejor en este deporte, pero lo que queda claro es que ambos son leyendas históricas.
Si bien nunca se enfrentaron, sí llegaron a compartir eventos y todo empezó un 9 de abril de 1979, cuando estos dos cracks se conocieron en una reunión organizada por Guillermo Blanco, quien trabajaba para la revista El Grafico.
El periodista chileno armó la reunión tras escuchar en las playas de Uruguay que uno de sus sueños del Pelusa era conocer al en ese entonces rey del futbol. Pero, la tarea no fu tan fácil y se complicaba cada día más; era difícil hacer coincidir a los dos futbolistas. Cuando Diego podía, no podía Pelé y viceversa
La diferencia entre ambas personalidades era casi de 20 años, mientras que Diego con 19 años venia de jugar en Huracán para Argentinos Juniors, Pelé con 39 años se encontraba retirado y en Río después de disputar un partido benéfico en el que jugó para Flamengo. El momento se dio y sin más preámbulo Guille Blanco se acercó a Maradona terminado un partido y ambos viajaron a Copacabana para encontrase con Pelé, nadie sabía el motivo por el cual Diego se dirigía hacia Brasil, ni el mismísimo presidente del club.
El día del encuentro llegó y esto fue lo que paso. “Nos sentamos en el sillón. Pelé lo abrazaba, charlaron, todo muy ameno, una hora. En determinado momento, agarró la guitarra y cantó unas canciones… Y estaba muy bueno todo realmente, pero después se pone un poco profundo”, relató Guille Blanco.
Fue un cálido recibimiento por parte de O Rei, todo lo que había logrado en su carrera en aquel momento no importó, ambos estaban a la par y charlaron como dos grandes amigos. Pelé con aquella amabilidad mostrada se permitió aconsejar al chico.
La reunión duró poco más de una hora, debido a que Pelé tenia pactadas ya algunas juntas, pero no se despidieron sin que antes O Rei le diera algunos obsequios al pibe argentino. Un balón y una playera de Brasil autografiados, un reloj para que se lo regalara a alguno de sus hermanos, por último y el detalle más significante: la medalla del partido de despedida de Pelé con el New York Cosmos.
El momento final llegó y Pelé se despidió diciendo. “Diego: que Dios te dé toda la suerte que me dio a mí, que nunca tuve un golpe grande”.
Tras la reunión, Maradona se encontraba incrédulo y asombrado de lo que había sucedido. “Yo sabía que era un dios como jugador; ahora también lo es como persona. Por algo es Pelé. Cuántos pibes como yo querrán verlo, tocarlo, cambiar un par de palabras, y yo tuve el privilegio de que hasta me haya dado consejos. Yo veía que Pelé venía hacia mí y no lo podía creer”, fueron las palabras de Maradona.
En ese momento y con la ausencia de redes sociales no se sabía la magnitud de la foto, todo el impacto que causaría años después, dos titanes del futbol frente a frente de una manera tan natural, que hoy en día pensar en algo igual suena complicado.