Siempre hay una primera vez. Y en el futbol, suele ser siempre las más gratificantes. Para Pedro Caixinha, la oportunidad de disputar su primera final de liga en el futbol mexicano se vislumbra cada vez más cerca. Sin embargo, el portugués arrastra una malaria en semifinales, no ha logrado sortear esa penúltima fase desde que pisó suelo azteca.
El Clausura 2013 significó el debut de Caixinha en México con Santos. Los laguneros se clasificaron a la Fiesta Grande como sextos generales con 29 puntos.Tras haber dejado atrás al Atlas en cuartos de final, el cuadro de Caxinha se topó en semifinales con un Cruz Azul que venía embalado después de haber ganado la Copa MX. Los celestes hicieron valer ese buen momento que atravesaban al conseguir el boleto a la final por un contundente global de 5-1. La primera caída para Caixinha.
La siguiente campaña, Apertura 2013, tuvo el mismo final para el luso. El rival en turno: el León dirigido por Gustavo Matosas. Desde el primer encuentro, los esmeraldas demostraron aquel poderío que posteriormente los llevaría al bicampeonato. La ida culminó con marcador de 3-1 favorable a la Fiera; Juan José Vázquez abrió el marcador con un soberbio derechazo que se incrustó en el ángulo del arco defendido por Oswaldo Sánchez.
El encuentro de vuelta terminó empatado a dos tantos con goles de Oribe Peralta y Juan Pablo Rodríguez para los locales, mientras que Mauro Boselli y Carlos Peña anotaron por los esmeraldas. Era ya el segundo descalabro del luso en semifinales.
Se dice que la tercera es la vencida, pero no para Pedro. Aunque las sensaciones eran diferentes, Santos venía de eliminar a América en la fase previa. Se respiraba un ambiente de revancha en el seno lagunero. Sin embargo, el destino tenía preparado el mismo cruel destino.
Santos enfrentó el primer duelo frente a Pachuca con un futbol distante al practicado a lo largo del campeonato, incluso en los dos primeros duelos de la fase final. El cuadro tuzo hizo gala de su superioridad y abrió el marcador con un gol de tiro libre de Diego de Buen. En el complemento, Hugo Rodríguez puso las cifras definitivas en favor de los locales.
La vuelta sería una historia completamente diferente. Santos supo lo que estaba en juego y se abalanzó desde los primeros minutos en busca de esa igualada que les permitía seguir soñando. Rafael Figueroa hacía estallar al TSM con un gol de cabeza.
Pero la alegría solo duró poco más de quince minutos: Enner Valencia empataba los cartones y conseguía ese tan preciado gol de visitante que los guerreros no habían logrado conseguir en la ida. Dieter Villalpando clavó aún más la estaca en los corazones laguneros antes de culminar la primera mitad.
En el complemento, la feria de goles continuó. Esta vez, Juan Pablo Rodríguez desde el manchón penal y Javier Orozco con un remate a primer poste, empezaron a aclarar el panorama: la hazaña era cada vez más posible. Figueroa volvió a hacerse presente en el marcador al 93', pero fue inútil. El sueño guerrero acababa de la manera más dramática posible. Y Caixinha caía, por tercera vez, en la antesala de la gran final.
Esta vez, el luso puede dar el salto definitivo hacia los dos últimos partidos por la consagración. El portugués se encuentra disputando su cuarta semifinal en cinco torneos. Quiere sacar los fantasmas y miedos generados durante este tiempo. Sabe que es posible, pero el destino siempre tiene la última palabra.