Por: Luis Tinoco
Argentina ha sido una selección que durante los últimos cuatro años no ha podido consolidarse. En 2014 perdieron la final de la Mundial y en 2015 y 2016 perdieron la final de la Copa América (ambas ante Chile y en penales). El 2017 no fue un año que puedan presumir, ya que estuvieron al borde de no ir a la Mundial de Rusia.
Un país que año tras año produce grandes futbolistas y que juegan en los mejores equipos del mundo, no han podido asociarse para jugar bien juntos. Desde Higuaín y Agüero, hasta Dybala e Icardi; la delantera argentina sigue sin encontrar un socio para Lionel Messi.
Para fortuna de los argentinos, el año pasado un jugador del Atalanta empezó a jugar de una gran manera. Su peculiar festejo, sus brazaletes de capitán pero sobre todo su talento dentro del campo hicieron que Jorge Sampaoli se fijara en el 10 del equipo italiano. Alejandro Gómez recibió su primera convocatoria a la selección a los 29 años en mayo de 2017, y fue parte del plantel para los últimos partidos de eliminatoria, donde jugó el partido contra Perú en la Bombonera. No le fue del todo bien al Papu, ya que tuvo algunas oportunidades de gol que no pudo concretar.
Sin embargo, este 2018 quiere su revancha en la Albiceleste. Esta temporada ha comandado a su equipo a la siguiente ronda de la Europa League y a semifinales de la Copa Italia. Ya sea jugando de mediapunta o extremo, Gómez será un jugador para seguir en el Mundial de Rusia.