Lo que hizo Juan Carlos Osorio el día de hoy contra Alemania no tuvo nombre, marcó historia y por supuesto, siempre tuvo mente en el triunfo, en conseguir la gloria.
Unos pocos tal vez lo averiguamos ese día del sorteo mundialista, cuando Maradona sacó la pelotita con el nombre de Alemania; las cámaras enfocaron al Profe y soltó una sonrisa de convicción, una sonrisa que decía y significaba mucho para él.
En las entrevistas no se cansó de decir que quería a los teutones en su grupo, más allá de lo sucedido en Confederaciones. Muchos ya daban por muerta a la selección, pero no fue así, supo que sus jugadores tenía la capacidad para ganar, además de que su conocimiento futbolístico no le fallaría.
Pasaron los meses, las rotaciones, los partidos de no convencer… La mayoría le tiró con todo, ya no lo quería, el colombiano solo se dedicó a trabajar por su sueño con un país que no es el suyo. Su hambre de triunfo, su estilo lo llevaría muy lejos, así fue, consiguió uno de los mejores resultados en la historia del futbol mexicano.