Por: Roberto Quintanar
La era de los Ocho Grandes es cosa del pasado. La nueva temporada de la ONEFA dio la bienvenida a un nuevo formato de competencia que lo mismo acarreará duelos de gran calibre que resultados muy dispares.
Con el nuevo formato, 19 equipos disputarán el trofeo que actualmente está en manos de Pumas CU. Para este fin, la organización ha dispuesto que se formen tres grupos. Cada uno tendrá su campeón y después los ocho mejores entrarán en la ronda de playoffs.
El primero, el Grupo Verde, está conformado por los equipos más fuertes: a los campeones Pumas CU y los subcampeones Auténticos Tigres se suman Águilas Blancas, Burros Blancos, Linces México y las Águilas de la UACH.
El Grupo Blanco es el segundo en nivel y está compuesto por Centinelas CGP, Frailes del Tepeyac, Pumas Acatlán, Lobos UADEC, Potros UAEM y Leones de la UAC.
Finalmente, el Grupo Rojo tiene como contendientes a Correcaminos Victoria, Correcaminos Reynosa, Halcones UV, Zorros ITQ, Tecos de la UAG, Toros Salvajes de la UACH y Lobos BUAP.
Los grupos blanco y rojo entraron en acción este fin de semana sin muchas sorpresas salvo la inesperada victoria de los Tecos sobre Centinelas en el estadio Tres de Marzo, equipo que hasta la campaña pasada pertenecía a la Conferencia de los Ocho Grandes.
Cada equipo del Grupo Verde enfrentará a dos del Grupo Blanco. Aunque la intención de este formato es elevar la calidad de todos los escuadrones para generar una mejor competencia en los próximos años, la disparidad de algunos duelos podría traer marcadores de escándalo.
Por ejemplo, el próximo viernes, cuando los miembros del grupo más fuerte entren entren en acción, Auténticos Tigres enfrentará a Lobos en el Gaspar Mass. La diferencia entre ambas escuadras es, según los antecedentes y la lógica, poco menos que abismal. Un día más tarde, los campeones Pumas CU visitarán el Coliseo Maya para jugar contra Leones Anáhuac. En esos dos partidos, a menos que se dieran sorpresas mayúsculas, el marcador será demasiado dispar.
Sin embargo, y concediendo esa lógica para la organización, no hay forma de elevar el nivel si no es enfrentando a los colosos contra los pequeños para que estos últimos crezcan. Pero los diferentes presupuestos y actualización de programas de futbol americano son los dos principales obstáculos que hacen al aficionado cuestionarse si este nuevo formato en verdad rendirá frutos en el mediano plazo.
Por ahora no queda más que esperar y ser pacientes a pesar de que los resultados iniciales sean palizas épicas. El experimento era necesario, aunque lo era más buscar la reunificación del futbol americano nacional con la reintegración de los Tec y la UDLA para tener un campeonato nacional verdaderamente competitivo con los mejores equipos del país, algo que ni CONADEIP ni ONEFA lograrán por separado.