¿Que un perro se estaba robando el show en el Pachuca vs. Jaguares! Pues un gato se puso celoso y decidió entrar a la cancha también.
Desafiante, el peludo se sentó cerca de una de las áreas y observaba con atención el desarrollo del partido hasta que el árbitro se dio cuenta y fue a espantarlo para que saliera del campo.
Bah… para como estaba el partido en esos minutos, debieron dejar correr tanto al perro como al gato para siquiera dar más espectáculo. ¿O no?