Hay cosas que nunca cambian, ese tipo de cosas como cuando tu hijo en el FIFA te dice “hoy sí te gano” y a la mera hora lo goleas; o el clásico “este año es el bueno” que al final sabemos que no será el bueno (los amamos juanáticos celestes). Algo así hoy sintió el cuadro de Nigeria, que estuvo a tan solo minutos de terminar con una mala racha contra Argentina.
El partido celebrado en San Petersburgo significó el quinto enfrentamiento en copas del mundo entre nigerianos y argentinos, y las estadísticas marcaban que Argentina saldría victorioso, pero la verdad existían muchas dudas, ya que el cuadro argentino venía jugando bastante mal, era la oportunidad perfecta de que Nigeria terminara con la cábala negativa, y qué mejor manera que dejar fuera de octavos de final a la Argentina de Messi.
La primera vez que se enfrentaron fue en 1994, Argentina ganó 2 a 1 en lo que fue la “despedida” de Diego Armando Maradona de las canchas mundialistas. En el 2002, Nigeria perdió 1 a 0 con gol de Gabriel Batistuta. En Sudáfrica 2010 Gabriel Heinze marcaría el único gol con un cabezazo y por último, Brasil 2014, doblete de Lionel Messi y uno de Marcos Rojo significó el 3 a 2 a favor de Argentina sobre Nigeria.
¿Ya encontraron la coincidencia de todo eso? Así es, por más complicada o sencilla que sea la situación de Argentina, la selección de Nigeria siempre se ha comportado como el flan y salvavidas de los argentinos, solo que esta vez sí estuvo de infarto el asunto, pero al final, la paternidad sobre los nigerianos sigue vigente.