Keylor Navas, una vez más, ha salvado al Real Madrid. Apareció en el momento más oportuno, cuando más lo necesitaba el equipo blanco. Marcelo acababa de marcar y un minuto después, el portero sacó un cabezazo de Deyverson que parecía colarse en la portería madridista. Y así hasta cuatro ocasiones más en las que el costarricense fue decisivo.
El Bernabéu ha encontrado en el ex del Levante a un nuevo héroe. Inesperado, pero lo cierto es que como ocurrió en su día con Iker Casillas, sus paradas se están convirtiendo en puntos, en victorias y, especialmente, en tranquilidad para sus compañeros y para la grada. Y es que los aficionados ya saben que tras la defensa y entre los tres palos hay un jugador que puede ganar partidos, algo que no ocurría en las últimas temporadas.
Navas sacó a relucir un amplio repertorio de paradas ante el que fue su equipo, pero fue, sin duda, una con la cara la más espectacular de todas. Ghilas se desesperó, pero es tal la confianza del portero blanco, que se permite lujos impensables en el pasado mes de agosto, cuando en el Real Madrid sabían que el futuro no pasaba por Navas.
El Real Madrid vuelve a ganar tres semanas después, pero lo hace sin convencer. La afición espera más de su equipo, algo que no está dando hasta el momento. Cuando es Navas el salvador es porque algo no funciona. Ayer el rumor empezaba aparecer desde la grada ante el insulso juego del equipo blanco, pero una primera aparición de Marcelo y la posterior de Navas, salvaron a Benítez o por lo menos a que escuchara los silbidos de nuevo.
Ronaldo ofreció la Bota de Oro al público del Bernabéu antes del partido y le dio suerte porque aunque parezca mentira el portugués tan solo había marcado un gol en lo que iba de campeonato de Liga. Adiós ansiedad. Al menos eso es lo que esperan los seguidores madridistas.