Estudié o se supone que estudié portugués. Meses enteros de clases tres veces por semana de dos horas cada una para encender el radio, buscar el Brasil-Serbia y encontrarme con una ráfaga de gritos que no entendí en un ochenta por ciento. El veinte restante son los nombres y la gastada frase “el árbitro dice que no”, o que “nao”, según lo queramos. ¿Qué hacemos? ¿Preferiríamos a Martinoli en portugués? Lo que sí es que Stojkovic (Estoicovici en portugués) se oye de crack.