Israel nos sorprendió a todos al anunciar que por fin colgará los botines. Su aventura europea lo hizo darse cuenta de que ya era tiempo de decirle adiós a las patadas y dedicarse al fucho desde otro ángulo o perspectiva.
Hay algo que no cambiará, el ser una leyenda auriazul. Por eso, aquí les dejamos cinco razones para considerarlo un histórico.
Hecho en CU
Esta frase que hizo suya el Jimmy Lozano también aplica para Castro. Las fuerzas básicas de los felinos del Pedregal lo moldearon, le hicieron amar los colores y defenderlos a muerte mientras estuvo en el equipo, cosa que demostró en la cancha desde su debut en 2002.
Bicampeonato
El 2004 fue un excelente año para los Pumas y para Israel, no sólo se convirtieron en el primer equipo en lograr la hazaña de coronarse bicampeón en la era de los torneos cortos, también puso en alto el nombre de varios elementos que desde chamacos militaban en el equipo universitario.
Cuatro campeonatos de liga
Pocos jugadores lograron conseguir esos cuatro títulos con los Pumas, Castro fue uno de ellos. Estuvo presente en el bicampeonato del 2004, en 2009 y en 2011. El último como capitán de los felinos.
Jugador todólogo
Donde los técnicos lo pusieron les dio resultados. Empezó como lateral por derecha y recorrió todos los puestos en la defensa para consolidarse como contención. Metía duro la pierna, casi como el Pikolín, pero con más limpieza.
Gol al Real Madrid
Su técnica y buen toque de balón se quedó plasmada en la mente de todos los que tuvimos la oportunidad de presenciar el juego por el Trofeo Santiago Bernabéu del 2004. Ese disparo cruzado de tres dedos llevaba tanto chanfle que evitó que Casillas lo alcanzara y cerró en el momento justo para meterse dentro del arco merengue. Digno de un crack.