Por Alan Martínez Mont
Después de partidos como los de esta tarde, no nos queda más que disfrutar, admirar y dejar de comparar a un genio de la talla de Lionel Messi. Brilla y hace brillar, es figura individual y colectiva, trata al balón como nadie más lo sabe –o supo- hacer en la historia de este deporte.
Goles, asistencias, reécords, títulos, tanto personales como en equipo, y un sinfín de reconocimientos ponen al astro argentino como uno de los mejores futbolistas de la historia. Pero el legado de Messi va mucho más allá de eso.
Tiene la capacidad de generar futbol de una manera privilegiada, de marcar como un “9” sensacional, presiona cuando tiene que hacerlo y genera como lo que es, un total “10”. Para él no caben las comparaciones, es él y el resto.
Como lo dijo Descartes: “Pienso y luego existo”, pues así Messi. Con una capacidad superdotada piensa para existir y existe para el futbol, para el balón, para nosotros.