Por el bien de todos los que esperábamos algo más de ellos, Argentina se va del mundial tal y como llegó; sin pena ni gloria, con un juego dudoso, basado en las individualidades y un equipos que pareciese que jamás se tomó en serio la justa.
Cuando Messi se retiró temporalmente de la selección en 2016 debió quedarnos claro que algo andaba mal, que no es normal que el mejor hombre del país no quiera representar a su selección. Sin embargo, aún con todo eso, aquellos que lo vimos jugar en este torneo no podemos decir que, aún con toda esos demonios mentales y emocionales, no dio todo en la cancha, no salió a partirse el alma por su selección, en él no quedó, no se le puede llamar 'pechofrio'.
Lionel, cumpliste, no le fallaste al equipo, no le debes nada a Argentina, el fútbol te debe mucho.
Gracias.