Por Alejandro Miranda
Desde que Jérémy Ménez llegó al América las expectativas sobre él eran muchísimas, tanto buenas como malas. Unos decían que era cartucho quemado, otros pocos confiaban en su talento. pero lo cierto es que hoy por hoy no ha hecho otra cosa más que convertir penaltis en goles.
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Son cuatro los que ha anotado desde que ve acción con las Águilas. Primero contra Tigres, después uno a Santos y dos a Pumas. Un peculiaridad de este señor es que le gusta mandarlos al centro, está más que patentado.
Le ha hecho un gran favor al Ame. Antes de que apareciera, el equipo sufría desde los once pasos, nada más no veían cómo meter uno. Pasó Cecilio, Oribe e incluso Mateus. ¡Todos fallaban! La esperanza al final del túnel era el francés.
Déjà vu ????
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No es la mejor manera de desquitar la millonada que se pagó. Una cosa es ser Cristiano Ronaldo con todo y penales, pero otra muy diferente es ser Jérémy rifándose gracias a puros tiros de castigo.
Con decir que unos ya lo comparan con André-Pierre Gignac. ¡Vaya barbaridad! Si quiere marcar historia debe empezar a sorprendernos con los golazos que hacía en Europa.
