Se le venía la noche a los franceses hasta que la nueva estrella y descendiente de los dioses Kylian Mbappé apareció para salvar el partido y terminar por empatar un juego que perdían por dos goles.
En el primer tiempo los islandeses sorprendieron y se fueron adelante con un gol de Birkir Bjarnason al minuto 30. Para la segunda mitad, Árnason amplió la ventaja, sin saber que con la entrada de Mbappé dos minutos después todo cambiaría.
El que más lo va a soñar es Eyjolfsson, pues al 86' anotó un autogol provocado por Kylian y apenas cuatro minutos después, una mano del defensor islandés se convirtió en el penal que marcó Donatello para darle un empate en el último suspiro a los galos.