Mientras que para muchos jugadores el futbol se disfruta, para Javier Mascherano se sufre. En una entrevista que publica la revista 'Panenka', Mascherano comenta que para él “los 90 minutos son un sufrimiento, por el hecho de estar plenamente concentrado, de no equivocarme, de estar atento no solamente a lo mío sino también a lo que hacen mis compañeros”.
“Yo disfruto en los entrenamientos, pero no en los partidos. Digamos que no le encuentro el sentido a lo que muchos dicen de 'salgo a la cancha a disfrutar'. No, yo no salgo a la cancha a disfrutar, yo disfruto entrenando, aprendiendo, pero durante los 90 minutos no disfruto del partido”, afirmó sin ningún tapujo.
Asegura que la posición de juego también influye en la manera en que se siente. “No es mi posición y eso que yo ya me siento central. Decir que soy un central 'reconvertido' sería una excusa por mi parte. Pero insisto, cuando juego en el medio, lo tomo como un premio y por lo tanto lo disfruto mucho más”, indicó.
“Si no me hubiese reconvertido en central, seguramente ya no estaría en el Barça. No había otro camino. Me di cuenta de que con lo que venía al Barça no me alcanzaba, ni siquiera para permanecer en el club”, explicó.
Mascherano admite su buena relación con Rafa Benítez, entrenador ahora del Real Madrid, con quien coincidió en el Liverpool. “Benítez me saco de un pozo ciego a 20 metros bajo tierra y me llevó a lo más alto. Desde que no estamos en el mismo equipo mantenemos el contacto. Es una grandísima persona y un técnico muy docente, con el que puedes aprender mucho si realmente lo quieres”.
Admite que su relación con el técnico del Real Madrid “no ha cambiado”, aunque “es ahora una situación más incómoda. Algún día me iré del Barça o él del Madrid y todo volverá a la normalidad. Ahora seguimos hablando, pero no con la misma asiduidad”.