Por Santiago Redondo
Que la Selección Sub 17 haya quedado fuera del Mundial de la categoría en octavos de final y sin ganar ni un juego es, sin duda, un fracaso. La cosa se pone peor cuando piensas que tenías a Diego Lainez, uno de los que estaban marcados como cracks a seguir en el torneo. Nos veíamos ya como contendientes al título y esta eliminación puede ser un golpe de realidad.
El chaval del América no decepcionó, al contrario, demostró que tiene todo para ser la futura estrella mexicana. Pero durante los partidos del Mundial se vio muy solo, teniendo que generarse sus propias jugadas, luchar sus balones y además ponerle jugadas de gol a sus compañeros; no era raro verlo a él solo contra dos o tres rivales. México siempre remó contracorriente y fue en los hombros de Lainez, en su habilidad, su desparpajo y su calidad que recayó el peso de ir por la remontada. Fue claramente el factor a destacar de esta selección y aunque ya dijo que está centrado con América no sería nada raro que fuera el siguiente en Europa.
Parte de la culpa de lo solitario que estuvo el crack mexicano fue del entrenador Mario Arteaga. A este equipo nunca se le vio una idea, no tenían juego en conjunto y se buscaba el pelotazo para ver que podía rescatar Lainez o Roberto de la Rosa, quien fue el mejor socio que pudo encontrar el americanista. Cuando se encontraba el balón cerca del área rival casi siempre el argumento era un disparo largo, no había muchas más opciones donde los chavos pudieran aliarse.
En tres de los cuatro partidos México recibió al menos un gol. Está claro que la solidez defensiva no fue el fuerte de este equipo. De los goles recibidos, hubo varios errores infantiles y que de haber estado más acertados en la parte baja, hubiera sido diferente.
Desde Nigeria 2009 México no se quedaba en octavos de un Mundial Sub 17. En 2011 se ganó el título, en 2013 se llegó a la final y en 2015 México fue cuarto lugar. Todas estas generaciones, incluyendo la de este año, son previas a la regla 10/8 y ahora 8/8 de la Liga MX. Esta regla, claro está, puede ir restando oportunidades a chavos de llegar a Primera División y que puedan ir llenando de talento estas categorías que tantas alegrías le han dado a la afición mexicana. Es muy importante las oportunidades que puedan estar teniendo e incluso debutar aunque sea en Copa MX. El claro ejemplo está en Lainez, que durante el torneo se le notó mucho más experimentado y relajado que sus compañeros.
Se quedó en ilusión lo que pudiera hacer esta generación teniendo posiblemente uno de los mejores Sub 17 de la historia de México. Ojalá sirva como golpe de realidad y se trabaje para que, en dos años, vuelvan a ser de los más importantes de la categoría.