Por Juan Fuentes
Si la Súperliga Argentina -masculina- destaca por ser una de las mejores del continente, no es así en su contraparte femenil. Y es que si nos quejamos de las condiciones de las jugadoras de la Liga MX, hay que echar un ojo a lo que pasa en Sudamérica.
En Argentina los hombres tienen 90 años de recibir un sueldo, mientras que las futbolistas siguen siendo amateur. Así que Macarena Sánchez está decidida en dejar un precedente y ya demandó a su club y la AFA para tener el estatus de profesional.
Macarena juega desde los cinco años y ha participado en varios torneos importantes como la Copa Libertadores. En 2012 fue invitada para rifarse con el UAI Urquiza, uno de los mejores equipos en América del Sur, con quien conquistó cuatro veces el campeonato, pero en enero pasado la despidieron sin justificación.
Aconsejada por su hermana que es abogada decidió interponer una demanda pedir una compensación y la profesionalización del futbol femenil. Y aunque ha sido difícil hacerle cara a toda una federación, ha recibido apoyo de la FIFPro.
Argentina clasificó al Mundial después de 12 años de no hacerlo y aunque es muy probable que Sánchez no sea contemplada, estará satisfecha si logra cumplir su sueño: que las demás jugadoras de su país puedan recibir un salario.
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