Por Ivané Moreno:
Muchas habilidades hay que tener para poder estar en un terreno de juego; remate, potencia, ubicación, timing. Sin embargo, hay unos vivos y otros cuantos pobres diablos que se la juegan en el campo con el arte de la actuación. ¿A cuántos no nos han hecho pararnos de nuestro asiento recordándoles a la progenitora por revolcarse en el campo tras un balón dividido?
¿Quiénes son los dignos al Oscar de mejor actuación?
Neymar:
Ha madurado, es cierto y aunque su estilo de juego siempre lo hará un imán de patadas, muchos barras bravas lo recordarán en su paso en Santos, cuando maravillaba como diamante en bruto y también, decepcionaba al verlo una y otra vez con cara de estreñimiento en el césped tras una entrada.
Para muchos, esta habilidad al puro estilo de Victoria Rufo en las Telenovelas, hacía creer que no podría con el paquete europeo… ¡Qué equivocados estábamos! Hoy día parece salido del cast de Now You See Me.
Cuauhtémoc Blanco:
Si hubiese un futbolista con la distinción de mejor actor en la categoría de entradas, sin duda, sería el Cuau. Nada más acuérdate parándote del sillón al verlo conducir el balón y cayendo al césped gritando: “¡No te tires! ¡No te tires! No te… ¡No, cómo falta!” o bien, pidiéndole a gritos el cobro a balón parado al profe en turno.
Las tenía bien medidas, tan bueno era que los árbitros se la compraban. Cuentan que hoy en día se tropieza y ya tiene a algún silbante personal que le marca la falta… diiicen.
Luis Suárez
Temible delantero, pocos en su posición ponen de nervios al rival al conducir el balón por sus cualidades futbolísticas que pueden terminar en un remate a portería o en una falta inexistente.
Al uruguayo se le ha visto en el mismo papel una y otra vez cayendo en el área al sentir el contacto o presencia del marcador (hay que tener un sensor especial para eso eh, un sentido arácnido, vaya). Con el Pistolero pareciera que después de entrenar su remate, se queda para practicar ese gesto que ponemos cuando se acaban los de maciza los domingos.
Rubens Sambueza
¿Es requisito que el césped te odie y constantemente ponga el pie para vestir la del Ame? Sambu cargó con ese peso emblemático del “o lo quieres o lo odias” por su paso con las Águilas. Mucho de eso se debía a su rol de simulador que hasta la fecha sigue intacto al conducir el balón y plantarse en seco contra el césped.
¿A poco nunca te viste gritándole al televisor “amonéstalo, amonéstalo” con todas tus fuerzas gracias a él? Seguro al no recibir el premio a mejor actor, patea las butacas.
Cristiano Ronaldo
Sí, cómo no. Si al Comandante en más de una ocasión se le ha visto echarse de panzazo sobre el césped. No por malo, por vivito. Así como su amplio repertorio de goles, también tiene un catálogo de uniformes pintados de verde pasto. Y lo más gracioso es que todavía podría aplicarle a los pobres sancionados con la clásica: “En la cara no porque soy actor”.
No se enojen, sabemos que brilla con luz propia y es mucho más que sus intentos de llegar a cuarta base de forma dramática.
Rubén Anguiano
Este es para los más clásicos, sino pregúntenle a sus jefes. Delantero mexicano que empezó en el Zacatepec de aquellos tiempos, como dirían los sabios. Pasó por Leones Negros y Atlante e incluso llegó a vestir la del Tri. Era tan conocido por sus actuaciones que el mítico cronista Ángel Fernández le encajó el apodo de El Actor.
Bonus y Mención honorífica
Rivaldo
El hombre de las chilenas espectaculares; sin duda entra en la categoría por su mítica y recordada actuación en pleno mundial de Corea/Japón 2002. Turquía y Brasil se medían en su primer encuentro, los brasileños ganaban el encuentro tras 90 minutos y un frustrado Hakan Usal le tiró el balón a Rivaldo quien se disponía a cobrar un tiro de esquina.
Rivaldo cayó dramáticamente al césped, el balón le había impactado en las piernas pero pareció que el dolor le llegó hasta el rostro llevándose las manos a la cara y retorciéndose de dolor. El turco fue expulsado pero el brasileño fue castigado por su actitud antideportiva, y bastante lamentable.