Por Carlos Fragoso
Después de ganar a Chivas, Miguel Herrera está prácticamente calificado a la liguilla. No sólo está muy cerca de las finales, sino que lo hizo derrotando a los tres grandes, Cruz Azul, Pumas y Chivas. Faltan cinco jornadas para que termine el torneo regular. Aquí las razones del buen funcionamiento del Ame con el Piojo.
1.- Un entrenador de barrio
Su barrio lo respalda. Sí, Herrera regresó al Nido como un hombre querido por la afición americanista; carácter, empatía con la gente, estilo de juego, festejos y, por qué no, hasta la rubia cabellera bien cortada, son rasgos que influyen para decir que el Piojo regresó en el momento justo.
2.- el regreso de Darwin
Resucitó a Darwin. Conocido por formar buenos grupos dentro de sus equipos y sacar lo mejor de sus jugadores, esta vez no ha sido la excepción. El colombiano Darwin Quintero vivía una etapa de miedo dentro de la institución americanista debido a lesiones, baja de juego, e incluso problemas con sus propios compañeros; su salida era más que cantada. Pero hoy día, la historia es distinta: el colombiano es el hombre que da la calidad que necesita el ataque del Ame.
3.- EStilo de juego
Contundencia. Con el regreso del Piojo, al Ame, las primeras jornadas, le costó trabajo asimilar su estilo. Sus dos partidos contra el Querétaro, en Liga y Copa, terminaron perdiendo, pero en cuando comenzaron a asimilar el estilo del Piojo, el equipo comenzó a verse seguro en todas las líneas. Herrera le devolvió la entrega, la presión, el espíritu de remontada, y la ilusión, para poder aspirar al campeonato.
4.- Rotaciones
Con doce extranjeros registrados, la posibilidad de que todos pudieran jugar era mínima. Herrera supo cómo rotar a cada uno. Los futbolistas saben que va a jugar el que esté mejor y no sólo por su nombre. Las oportunidades se ganan día a día, en el entrenamiento, en los partidos, y con disciplina. El sistema de rotaciones del Piojo ha funcionado muy bien, por un lado motivó a los jugadores que no estaban jugando bien, y por otro le metió presión a los que estaban en zona de confort.