Por Christian Uscanga Muñoz
Es bien conocida la peculiaridad del jugador galés cada vez que anota gol. Arco perforado por él significa la muerte de un famoso o personaje importante de la sociedad. Pero Aaron ni me inmuta por la maldición que ha desencadenó desde hace tiempo. ¡Nosotros los mexas sí que nos angustiamos!
Como sí nos tomamos en serio aquello de las supersticiones y la mala suerte, sobre todo con las recientes lesiones y posibles bajas de la Selección, tenemos miedo de que nos pueda ir peor. Por eso es que debemos ser doblemente precavidos con Ramsey.
En caso de que nos haga gol, ¡aguas! Hay que correr de inmediato a proteger a la celebridad que nació para ser inmortal, cof, cof, Chabelo. Por si eso no bastara, al final del partido, ninguno de los mexicanos debe intercambiar la playera con el crack del Arsenal. Hay que evitar eso a toda costa.
Si a alguno de nuestros muchachos se le ocurre pedir la camiseta del talismán de las malas nuevas que no se queje después si se lesiona o es cepillado de la lista mundialista. Conste que se los advertimos. ¡No intercambien el jersey con este señor!