Por Asairi Nava
Los árbitros necesitaban ayuda urgente para tomar decisiones o rectificar una que otra que apreciaron mal, aí que recurrieron al VAR y vaya que los puso a chambear de más con algunas jugadas, tanto que casi se les van los equipos afectados encima.
Tagliafico fue el primer involucrado al ver cómo le anulaban el gol que podía cambiar el destino del duelo contra el Madrid. Bien anulado para algunos, regalito merengue para otros.
Una semana después, el Schalke recibió justicia con el penal marcado a favor, sólo que no supieron mantener la ventaja que les dio la pena máxima.
El Atlético se sintió muy afectado por la decisión arbitral, pero los silbantes se vieron hábiles al rectificar tanto el penal mal marcado a Diego Costa como el pirulo anulado a Morata, quienes quisieron aprovecharse de la poca visibilidad de los profes en sus jugadas.
Hasta el momento las intervenciones del VAR fueron acertadas; ojalá siga así en la vuelta y el resto del torneo, sin vicios o sin tratar de favorecer a un equipo u otro, solo marcar lo que realmente debe ser.