Por Juan Sánchez Zarza
Todos sabemos que el resultado de mezclar futbol y política no siempre es bueno, en esta ocasión el que no la pasa bien por combinarlos es Pep Guardiola. El técnico del City no ha dejado pasar de largo el tema de la independencia de Cataluña, cada que puede en conferencias de prensa, hace referencia de ello.
Desde el año pasado, aunado a sus múltiples declaraciones en las conferencias de prensa, ha decidido utilizar un lazo de color amarillo en su ropa como forma de protesta, lo que provocó que los altos mandos de la FA le advirtieran sobre las sanciones que le podían caer si seguía con mensajes políticos.
Pep se pasó por alto la sugerencia y volvió a portar el moño en el partido del lunes pasado contra el Wigan, los directivos de la Federación Inglesa no les agradó su actitud y decidieron acusarlo para implementarle sanciones muy graves.
Esperemos que este tema se resuelva de la mejor forma y no afecte al líder de la Premier.