Estos muchachos lo lograron nuevamente, otra vez nos hicieron vibrar de una manera extraordinaria, nos hicieron sentir el futbol como un auténtico juego de hombres. Debutaron de la mejor manera, le arrebataron un punto a la Argentina de Lionel Messi.
En sus debuts, secaron a los mejores del mundo, en la Euro enfrentaron a Portugal, todo terminó en empate y Cristiano no marcó, la historia se repitió con el otro, Mundial contra Messi, empate y no rompió la red.
Por selecciones así es que vivimos al máximo la fiesta del futbol, por eso esperamos cuatro años. Demostraron que la unión hace la fuerza, que no hay imposible cuando se trabaja en equipo.
Su figura no es una, son todos: Halldórsson en la portería lució como auténtico muro, le detuvo un penal al que para muchos es el mejor. Después esta Emil Hallfreðsson, quien no dejó de corretear a todos, nunca se cansó, no permitió que algún balón cruzara su área.
Gylfi Sigurðsson y Aron Gunnarsson los capitanes, esos que impulsaban al equipo en todo momento, gritaban, ordenaban, jugaban. Por último Alfreð Finnbogason, el que se convirtió en protagonista y anotó el primero en la historia de los suyos en un Mundial.