Por Iván Figueroa
Todos sin importar edad, sexo, raza, planeta o universo alterno, nos hemos tomado el atrevimiento de recordar a la madre de un árbitro. Los calores del partido nos han orillado a decirles de todo pese a que nunca la deben peros siempre la pagan. Por eso en este día especial hay que unirnos y pedirles perdón a esas mujeres que no tienen la culpa de lo ciegos que les salieron sus chamacos.
Un mosaico
Organizar uno enorme con frases de amor y buena onda. Tiene que ser algo tipo shempions, no como esas tristezas que luego quieren hacer los compas de la Liga MX.
Un baile
Algo al estilo del del ratón vaquero donde todos saquen los mejores pasos como cuando le declaraban en pleno festival a la niña que les gustaba. Seguro cautiva el corazón de las jefazas arbitrales.
Cantemos todos en la grada
Imaginen el Azteca a reventar, así tipo final del Ame, con miles de gargantas cante y cante la eterna rola de Denisse de Kalafe. ¡Pum! así se les olvida todo. Será un chilladero de grandes dimensiones.
Una Caravana
Las barras de todos los equipos caminarán juntas. Sus trapos traerán escritas palabras de arrepentimiento por ofenderlas cada vez que juegan nuestros equipos. Obvio, todos bien bañaditos y bien portados, no como acostumbran.
Una serenata
Lo ideal sería con mariachi y toda la onda, pero al ser futbolero, juntamos a todas las mamás de los silbantes en el un hotel para que se concentren con sus hijos y entonces les caemos de sorpresa para rendirnos ante ellas.